Ponentes: Milagros Viñas. Olalla Santamaría.

Olalla: Aquí llegamos al cierre de esta parte de ponencias, Mila y yo, con este tema sobre la Supervisión. Nos llegó el pedido por parte del comité organizador , de abordar esta cuestión. Como compañeras de equipo de supervisión (un trío formado por nosotras dos junto con Amalia Alarcón) y como representación de este momento creativo , instituyente, de cambio de roles en el que estamos y del que venimos hablando hoy, de trabajo entre Seniors (como a veces les decimos), y Juniors, maestra y alumna, repito, ahora compañeras, abordando los diferentes momentos en el recorrido de la COG y en concreto de los espacios de supervisión. Es para mi orgullo y honor compartir este momento con Mila, quien me lo habría dicho…

Pues bien, cuando comenzamos a preparar esta ponencia, hicimos un reparto. Mila se encargaría de la parte teórica y yo de la experiencial. Resultado del reparto: Imposible desligar y deslindar la una de la otra. Hablamos de la teoría desde nuestra práctica y hablamos de nuestra práctica con base en la teoría.

Mila: La supervisión es uno de los tres pilares del proceso de formación ; teoría -guion -grupo-supervisión.
Trabajar la teoría, pasarla por nuestra experiencia grupal y ponerla en juego en el trabajo clínico (supervisión). Todo esto, formaría la espiral de formación que se va a ir dando, poco a poco en el propio proceso de formación; proceso, por cierto, que nunca termina.

Desde nuestra concepción, entendemos que el sujeto se construye con el otro, los otros y en un contexto social determinado. Esto se dará a través del vínculo, que es el vehículo de las primeras experiencias sociales constitutivas del sujeto. Desde la necesidad, el sujeto hará un movimiento hacia el exterior y desde las causas internas se encontrará con las condiciones externas. Nosotros nos acercamos a la supervisión desde esta concepción. Es decir, el caso individual lo miramos desde el contexto familiar, social, histórico, comunitario etc.

Desde la relación entre el mundo interno del sujeto (grupo interno) y el mundo externo (grupo externo).
Tendremos una mirada social, grupal, institucional, comunitaria en todo el trabajo de supervisión. Esto nos permite supervisar casos individuales, grupos familiares, grupos terapéuticos, proyectos institucionales etc. Desde nuestro esquema de referencia, la supervisión ofrece la posibilidad de crear un espacio de confianza y tranquilidad, que permita a quienes presentan el trabajo, así como a quienes trabajan con ellos poder pensar y crear.

Olalla: Mi recorrido en supervisión grupal comenzó con mi formación en grupo operativo en Apop en 2014. Previamente ya había realizado supervisión de casos individuales, en grupo y de grupos, a nivel individual. Así que aunque tenía algún conocimiento de la tarea, no tenía conocimiento de cómo ésta se transformaría al abordarla en el espacio dentro de una formación en Grupo Operativo. Y como ha contado Mila, tiene sus peculiaridades , tanto desde la perspectiva del alumno como del supervisor.

Os contaré primero como mi memoria recuerda esos días de supervisión como alumna en formación. El espacio tenía lugar después de una intensa mañana de teoría, después grupo y por último supervisión. Como decía Mila al inicio, las tres “cuerdas” necesarias para “afinar” el instrumento de la persona del terapeuta como decía Bauleo : Teoría, experiencia , supervisión.

La secuencia de trabajo la recuerdo así: primero proponerse o proponer quien preparaba el material.

Normalmente esto llevaba unos minutos de indecisión por parte del grupo. A quien le toca, quien presenta el mes que viene…todos tenemos mucha tarea, miedos, inseguridades, dudas, resistencias en definitiva para mostrar nuestro trabajo. Al principio de la formación costaba más, cuando fuimos avanzando costaba menos.
Después tocaba preparar el material, primero en solitario en casa (con el grupo interno progresivamente más presente) , enviarlo, recibirlo de vuelta con anotaciones (las temidas anotaciones rojas de Lola). Surgían más temores: ¿Y si no se responder a lo que me están preguntando? ¿Y si estoy diciendo una barbaridad con esto? ¿Cómo me verá quien me está leyendo? Después recibirlo de vuelta, releerlo, repensarlo, reescribirlo, enviarlo a todo el resto del grupo. Los compañeros lo leerán antes del día de la formación o no lo leerán… eso ya se verá en el momento de la supervisión grupal…

Llega ese momento, y ¿qué ocurre que me siento nerviosa, tensa, que no paro de hablar, de dar explicaciones, que incluso me entran ganas de llorar cuando lo expongo? ¿Qué ha pasado? ¿Qué se ha movilizado? La situación grupal ha activado ansiedades de todo tipo, ansiedades que no estaban en casa cuando redactaba el material. La situación grupal de la supervisión expone. Deja ver. Super – visar sería sinónimo de “sobre ver”…estaré exhibiendo, dejando ver lo que aún no se, lo que desconozco, lo que dudo, sobre lo que me interrogo…y
eso que estoy dejando ver, ¿cómo lo están viendo?, ¿cómo lo están mirando los otros…?La mañana de formación , de haber trabajado un tema teórico y posteriormente de un espacio de grupo con todo lo que ello conlleva, atravesará el análisis del material. Resonará en la trama vincular del grupo, y en la contratransferencia del supervisor.

Estas ansiedades que se movilizan, sabemos que pueden obstaculizar el proceso de aprendizaje, impedir la escucha, la elaboración. El grupo debe trabajar sobre ellas, y el trabajo de los supervisores será ayudar (casi siempre), a salir de esa situación de tensión, favorecer “la adaptación activa a la realidad” de ese trabajo que el supervisado está realizando, y que así lo pueda continuar , con más salud, con menos enfermedad. Con más autonomía. Ampliando la escucha sobre la contratransferencia y a partir de ahí poder detectar donde están los obstáculos.

¿Qué situación tan persecutoria no?

Pichón y Bauleo se refieren a la figura del coordinador de grupos con el término de copensor. Si nos llevamos este término a este otro espacio, cómo cambia la idea, no es ver sobre otro, no es un proceso individual, sino pensar con otro, con otros, en un momento grupal. Acompañar en el recorrido de la espiral dialéctica del proceso de formación. Abrir , en lugar de cerrar. Que modelo tan diferente de lo que hasta ahora había conocido.
Acabada la sesión de supervisión , a veces , la gran mayoría, yo salía con más preguntas que respuestas. Citando de nuevo a Bauleo: “en los momentos de incertidumbre, la interrogación, es el método esencial” . Pero no estoy ansiosa. Si estoy agotada pero tranquila, removida pero reconfortada. Con otra mirada sobre lo supervisado. Segunda mirada más amplia, más compleja , una vivencia y perspectiva de apertura que me ayuda a seguir trabajando. A seguir pensando. Cuanto cuidado, cuanto sostén había en aquel espacio, cuanto pudimos crecer y crear a través de ese grupo.

Mila: Planteamos la supervisión en grupo.

Sabemos, que en las instituciones de salud mental está generalmente ausente los espacios de formación, y de supervisión , que fomentarían el trabajo en equipo, y el cuidado y la contención de los profesionales.
El espacio grupal de supervisión con los que los supervisores sostienen esta actividad; tiene un doble efecto; formativo y psicoterapéutico. Hay un deseo, una necesidad que motivó la presentación de material de un grupo, de un caso y que va a permitir poder pensar en el trabajo terapéutico, revisar la práctica y sobre todo sentirse contenido.

La supervisión en grupo permite, que cuando se presenta una sesión de grupo psicoterapéutico, de un proyecto, de un caso clínico ; la escucha se amplía, ya que cada uno de los miembros del grupo escucha y pone palabras a lo que le ha significado la escucha del material que ha sido expuesto. Sería como si todos nos pudiéramos colocar para pensar en lo sucedido, en esa sesión de grupo. La identificación que se produce entre los integrantes, tiene como efecto, que se experimente el aprendizaje, a través de la experiencia con los otros. Compartir ansiedades que se generan en nuestro trabajo, sentirse escuchado, poder poner palabras a las ansiedades que aparecen en la relación psicoterapéutica, así como, las condiciones de la institución. Todo esto constituyen espacios de cuidado, contención, aprendizaje y formación que aporta la supervisión grupal.

Olalla: Pasaron los años y ahora estoy en otro rol, no como alumna sino como docente. Cuando me ofrecieron formar parte del equipo de supervisión junto con Amalia y con Mila, tuve cierta inquietud pero no miedo. Sabía que estando acompañada en equipo no podía, no iba a ocurrir nada horrible. Si tenía el peso de verme trabajando junto a mis maestras, en una posición diferente. Como digo, ya no como alumna, sino como compañera. Qué difícil es dar ese salto, que difícil es asumir otro rol. Cuando me lo propusieron, sentí que no sólo me estaban ofreciendo ser compañeras, sino también me sentía depositaria de una confianza y unas expectativas. Y eso me inquietaba más. Pero cómo digo, saber que compartimos un Ecro común del trabajo en grupo, me tranquilizó.

Ahora la secuencia de trabajo es distinta que cuando era alumna. Recibimos el material , cada una revisa y trabaja en solitario en casa. Insisto de nuevo en que cuando digo en solitario, quiero decir sola físicamente, porque el equipo (interno y externo) siempre está presente. Posteriormente hacemos la revisión conjunta en formato online (Mila y Amalia están en Madrid, yo en Sevilla) . Surgen nuevas miradas, nuevos interrogantes a través de este trabajo en equipo. El intercambio, la discusión entre nosotras, la puesta en común , me permite pensar nuevas cuestiones que sola no había pensado. Así la revisión del material crece, se complejiza. A veces unificamos nuestra visión, otras veces no unificamos tanto pero compartimos, integramos diferentes miradas. Por una cuestión de años, aun de dificultad supongo para ponerme al lado de mis maestras, siempre tengo la sensación de que yo siempre gano, que salgo de esa reunión habiendo aprendido, habiendo recibido yo más que ellas. Pero ellas me reconocen, me ayudan de forma sincera a posicionarme a su lado.

Los diferentes recorridos, las diferentes experiencias, los diferentes ámbitos de trabajo son una riqueza también para la revisión del material.

Luego llega el momento de la supervisión en grupo. Ya no tengo esa ansiedad, esa inquietud, esa paranoia de cuando era alumna. Pero si tengo presente que esa puede ser la situación del alumno. Saber cómo fue, que sentí , que me ayudó y que no me sirvió es necesario para poder ayudar a pensar , acompañar , en esa revisión, en esa (súper) visión. Sostener los miedos , las inquietudes, el desconocimiento y los descubrimientos, acerca de uno mismo, de su trabajo ,de sus deseos y de los de los otros . Somos dos de las tres personas que formamos parte del equipo de supervisión quienes coordinamos la sesión de forma presencial. El trabajo previo realizado, el engranaje entre nosotras, contribuye a que en la sesión estemos todas presentes (también la que ese día no está de forma física) de una u otra forma y así el sostén sea más consistente. El del equipo y el del grupo.

La trama vincular se pone en juego también en este espacio, cada uno se posiciona habitualmente en el mismo rol que asume en los otros espacios grupales. También es necesario que aquí el grupo pase del yo al nosotros, que haga este espacio suyo. Que elabore su propia idea de la tarea de supervisión, que la ponga en juego. Y en esto también tenemos un papel el equipo de supervisión. ¿Les ayudamos a pensar? ¿O corremos a socorrerles ante la angustia? ¿Les permitimos hablar?¿ Aguantamos el silencio? ¿Queremos dar recetas? ¿Modelar su forma de intervención o que adquieran su propio estilo? Tendremos que estar atentas también a esta contratransferencia para poder conocer cómo se están aproximando a esta tarea, que resistencias hay y en qué momento están. No obstante, esta escucha la pondremos al servicio de la tarea, del trabajo acerca del material. No es momento para la interpretación. Eso lo dejamos para otros espacios.

Mila: En las instituciones que trabajamos, hay poco espacio para lo grupal ; los equipos, a veces , son generadores de ansiedades y con frecuencia son lugares de silencio; en lugar de ser equipos de creación de proyectos, de ayuda, de cooperación.

En la institución de salud mental suele estar ausente el cuidado de los profesionales. Me estoy refiriendo, a que haya espacios de formación, de supervisión y espacios que ayuden a construir el trabajo en equipo; así también tendremos en cuenta en la supervisión la precariedad laboral, los contratos de corta duración etc Todo esto forma parte de ese descuido. El supervisor se hará cargo desde su formación y experiencia de la integración de su propia historia, de haber transitado por esa experiencia de quien presenta el material a supervisar. Por tanto, proponemos un espacio de contención y cuidado ; tanto para el psicoterapeuta que presenta el material a supervisar como para los profesionales que están integrando el espacio de supervisión.

Un lugar de acompañamiento frente a las dificultades que se puedan dar en el trabajo asistencial, y en algunos equipos. Acompañar para producir un cambio, para pensar distintas alternativas psicoterapeutas. Pensar y crear con otros. Por esto, en el trabajo de la supervisión , se incluye la escucha, el saber sobre lo inconsciente, lo latente grupal y la apertura a lo que pueda suceder, cuando se encuentran distintas subjetividades con sus tramas vinculares, y con una tarea en común, que se irá definiendo y construyendo entre todos.

Olalla: Como decía Mila al inicio de su intervención, el material del alumno y lo que allí se va elaborando, es revisado en diferentes niveles : individual, grupal e institucional. Trabajamos sobre perspectiva, con la teoría de los ámbitos como uno de los elementos teóricos de fondo. Está los ámbitos del alumno, y los del equipo supervisor. La sesión nos brinda la oportunidad de revisar también qué pasa con mi grupo interno, de trabajo, institución. Es necesario escucharnos, para no volcar esa contratrasnferencia en el grupo, no hacerlo depositario de las angustias propias , de los descubrimientos. Es decir, ese es un intercambio que me llevo a casa y de ahí a mi práctica.

Tenemos presente otro ámbito más como incluye el título de estas jornadas y como decía también Mila, el contexto actual de incertidumbre, de inestabilidad, en palabras de Montechi, la globalización como un ámbito más a tener presente en la reflexión de los ámbitos y que estará presente también en los trabajos a tratar.
Múltiples variables a tener presentes, a integrar y no separar, a trabajar, a sostener… Recordemos que estamos en el terreno de la hipercomplejidad…

Me gustaría ir finalizando esta intervención, con una pregunta para Mila, una pregunta o una observación a compartir con todos: decías el otro día, como aún te ocurren cosas en los grupos que te sorprenden. Y me decías también que la formula del equipo de supervisión, la del trío, también ha sido un descubrimiento para ti, un nuevo aprendizaje.

Como podemos mantener , trabajar , cuidar esa escucha, esa mirada, esa capacidad de sorpresa, de incorporar, de estar abiertos, de no cerrar…

Mila: Quiero añadir, lo importante que ha sido y es para mí, el poder disponer de este espacio de supervisión que me ha estado acompañando, desde el comienzo de mi desarrollo profesional.

Cuánto les debo a mis supervisores y cuánto he aprendido de mis compañeros de grupo de supervisión. También agradezco y tengo presente a mi equipo de supervisión , que actualmente me ayuda a seguir pensando y creando con otros.

Supongo que estas palabras de Bauleo, son una respuesta a mi pregunta: Para finalizar unas palabras de Armando Bauleo : “la supervisión debe mostrar que en las prácticas que se realizan, no está en juego solamente la parte formal de la teoría, si no también aquella implicación del sujeto, que surgirá como trabajo de la contratransferencia”. “la contratransferencia se configura en la formación, se reafirma en la supervisión y se confronta en el espacio cotidiano de la práctica, así como en la comunicación entre colegas”.