LO OPERATIVO INSTITUCIONAL EN LOS TIEMPOS DE LIQUIDEZ:
  EMERGENCIA DE LA CLÍNICA SUBJETIVA EN LOS GRUPOS 

  
Alicia Montserrat Femenía / Paloma González Díaz-Carralero / María Cruz Salazar Bello

Desde una Institución en la Comunidad de Madrid, que se ocupa de la atención integral a niños y adolescentes, entre 6 y 18 años, se hace el siguiente pedido: "Formar en Grupo Operativo a sus profesionales". La persona que hace este pedido conoce nuestro modelo por estar formándose con nosotros. Al grupo están convocados un total de 20 personas, desde el director, pasando por la psiquiatra, los psicólogos, las enfermeras, los trabajadores sociales y los coordinadores de los educadores.

Desde nuestra concepción de Grupo Operativo sabemos que detrás del pedido concreto, manifiesto, existe una demanda latente.

¿Cómo llegamos hasta ella? Nos guía el sentir…

Lo primero que observamos es que nosotras como equipo entramos en confusión para organizar el esquema de trabajo porque no queda claro cuáles son los horarios en los que van a poder recibir la formación ya que no tienen un único horario de trabajo: cuando unos terminan su jornada empiezan otros, lo que para unos es un día festivo para otros es precisamente su jornada laboral…

Tras varios correos de ida y vuelta entre nosotras proponemos un esquema de trabajo de 5 sesiones de 4 horas, en las que se alternarán las mañanas y las tardes de los viernes, a lo largo de dos meses y con una frecuencia quincenal. Un total de 20 horas.

Enseguida nos contestan diciendo que les parece muy bien. Todo lo que parecía dificultad se convierte en facilidad y ya podemos dar el siguiente paso: organizar el temario, el reparto de los temas, los colaboradores que nos acompañarán en el proceso (Rosi Pérez y Mariano Negrete, también de APOP).

Y llegamos al siguiente escollo, del que ya sabíamos por la persona que hace el pedido. Cuando entramos a investigar para conocer un poco más de cerca la Institución con la que vamos a trabajar, nos encontramos con noticias diversas sobre denuncias de los chicos por sentirse maltratados, encerrados; manifestaciones; intentos de suicidio; fugas del centro; castigos; suicidios…

Y cómo no recortes, privatización del centro, viabilidad del proyecto…

Este es el contexto en el que se encuentra la Institución: cuestionada desde varios ámbitos, de lo social, lo comunitario… Y estos son los primeros emergentes a pensar. No vamos a negar que nos saltan las alarmas: ¿dónde nos estamos metiendo?, ¿qué podemos aportarles desde nuestra concepción operativa de grupo?, ¿qué es lo que verdaderamente nos están pidiendo: formación, cuidado, apoyo, comprensión?, ¿un espacio para pensar y ser pensados?

Con todos estos interrogantes y estímulos elaboramos un programa que articula teoría y grupo operativo en cada una de sus sesiones. Trabajaremos los conceptos fundamentales en E. Pichón-Rivière que tienen que ver con su tarea institucional:

Qué es un grupo operativo
Ansiedades básicas y resistencias
Noción de vínculo
Noción de grupo familiar
Noción de enfermedad
Adolescencia
Análisis institucional básico
Creatividad y Proceso creador

Y de nuevo nos encontramos con un equipo que acude puntualmente a las sesiones, que tienen entusiasmo y ganas de aprender, que les apasiona su trabajo y que quieren lo mejor para sus chicos. Chicos que la sociedad de alguna manera ha excluido de sus redes asistenciales habituales, que no tienen cabida en los servicios de salud mental comunitarios y que vienen a parar a esta Institución como la última oportunidad que se les brinda.

De las distintas herramientas que se utilizaron en este proceso terapéutico, grupal, de aprendizaje, destacamos lo operativo institucional que en este caso se representó en la expresión emocional que sucedió a través del cuerpo con las esculturas.

En la cuarta y penúltima sesión, la coordinación estableció el abordaje de lo institucional. Así, en la tarea explícita, en la parte teórica de la tarea, se trabajaron los ámbitos: presentando el ámbito psicosocial, sociodinámico, institucional y comunitario. Se abundó en lo institucional y lo comunitario trabajando los conceptos jurídicos pues esta institución trabaja con menores que han delinquido y estaba siendo observada desde lo comunitario.

Así mismo, la coordinación estableció trabajar implícitamente el adentro y el afuera del grupo y las instituciones.

Representamos tres grupos pequeños con un coordinador en cada uno de ellos  y un cuarto coordinador grupal que establece la tarea explicita: Representar una escultura de ESTA institución que un tercero desde fuera pueda reconocer

Implícitamente se trabajaba actuando el adentro y el afuera de los grupos y las instituciones. Con una clase manifiesta de lo institucional se daba vivencia a través de los cuerpos de la subjetividad del grupo. Así mismo, en la tarea implícita y con la facilitación de las esculturas se abre un espacio para las emociones.

En los grupos pequeños, a la vez, pero de manera independiente los miembros instituidos solicitan modificar la tarea: desean sustituir la escultura por una representación en movimiento de la institución. La coordinación grupal interviene facilitando el desarrollo de la tarea y finalmente se presentan tres esculturas dos fijas y una en movimiento.

Nos preguntamos por el adentro del grupo, la subjetividad que se está jugando, las emociones tanto verticales como horizontales se instituyen, proponiendo un movimiento. Desde el afuera, la institución se ve paralizada con un contrainvestimiento. El mandato de afuera era mantenerla inamovible, cumpliendo las normativas de la estructura.

La parte exterior, la sociedad, lo institucional, aparece representada en las dos esculturas por la coordinación, que se antoja presente pero afuera, observando, participando, pero representando los aspectos más persecutorios de la institución.

De las tres esculturas se solicita que se haga una escultura de síntesis. Los títulos que surgen para la última escultura: Equipo, Fusión, Compendio. Caos/Calma. Firmeza y Sostén.

La escultura síntesis se representa en movimiento. Parece también delimitar la frontera del exterior y el interior. Parece describir un grupo aglutinado, muy pegado, como si se tratase de una familia epileptoide (todos muy juntos). Todos muy juntos y sonrientes: Aparece un grupo que sostiene a sus miembros. 

La institución que inicialmente se presentaba como una institución marginal, aislada y anclada en una mala historia, un grupo pendiente de ser excluido, se presenta como un grupo con su propio sufrimiento. Una institución que aunque maltratada (concurso de acreedores) reaparece como un grupo instituido e instituyente. Una experiencia sostenedora de sus miembros que genera energía para cuidar a sus chicos. Un grupo que se mueve y desde el movimiento genera esperanza.

Así, en estos tiempos en los que parece que la construcción de los vínculos se hace en terrenos arenosos, y  no en sólidos anclajes, se propone una experiencia realizada en una Institución y se articula con la Concepción Operativa de grupo en la actualidad. presentando los emergentes de la experiencia grupal y las reflexiones que constatan la vigencia de nuestro ECRO (Esquema Conceptual Referencial y Operativo)

La intención en la tarea de hoy es revisar los paradigmas de los textos que nos preceden, de Armando Bauleo entre otros autores, por si hubiera declinación de los mismos, o los queramos revitalizar y suplementar con otros aconteceres para responder a las mutaciones aparecidas sobre las experiencias grupales.

EMERGENTE PRETAREA COORDINACIÓN

En esta cultura de hiperaceleración vertiginosa y la atmósfera de desencanto que sobrevuelan el tiempo histórico y actual, sus incidencias en el sufrimiento psíquico-grupal y su influencia decisiva en el presente y en el porvenir de la práctica de nuestra disciplina, se relaciona de un modo muy estrecho con la importancia ejercida por la noción de temporalidady por otro lado con la banalidad virtual de los afectos ya sean éstos de cualidades diversas o contradictorias.

Partimos por eso de una mirada bifronte, lo ya efectuado y pensado hasta el presente como promesa o como desilusión y a la vez avizorar la espiral dialéctica de seguir comenzando, para ver lo que falta y el porvenir, en la ruptura y la continuidad.

JUGARSE

Nuestra propuesta de participación en estas Jornadas de APOP de marzo de 2016, es la trasmisión y producción de un saber que nos permita tener herramientas clínicas para conducir un trabajo que procura conceptuar la práctica cotidiana específica, junto con los conflictos institucionales y subjetivos que enmarcan esa práctica. Quien está en una institución juega sus propias herramientas subjetivas y domésticas, que enmarcan su intervención en ella. Cuando decimos subjetivas, es en tanto traducen y respetan su propia singularidad vocacional, y el estilo singular con que cada uno irá haciendo como aporte al trabajo en común. Una práctica institucional es un espacio de producción epistemológica, cotidiano, destacamos, que no está sometida a herramientas teóricas, metodológicas e incluso institucionales que pasan a hacer a los técnicos, prisioneros de las mismas.

LO INSTITUCIONAL Y LAS FALLAS:

Nuestro trabajo apunta específicamente a una reflexión basada en vivenciar y resignificar el lugar, del coordinador y del técnico en la institución. Siguiendo cierto pensamiento de la corriente del análisis institucional, concebimos a ésta en su doble movimiento de instituido e instituyente, lo instituido sería el establecimiento, el organigrama, y el instituyente el funcionamiento en el que se movilizan los deseos de las partes diversas que constituyen la institución/dimensión fantasmática de la institución… Por eso consideramos tanto los elementos más estables de la institución (estatutos, espacios, organigrama, etc.) como las fuerzas vivas y cambiantes que se despliegan en un proceso de institucionalización (relaciones fantasmáticas, de poder, económicas, etc.)

Esto nos lleva a una propuesta/tendiente a la creación de espacios grupales lúdicos, exploratorios, que posibilite las redes y articulaciones fantasmáticas diversas, tanto en lo vertical, como en lo horizontal y lo transversal que se juega en la institucióna sus grupos y sus miembros, más modernamente lo consideramos como el concepto de transversalidad de las instituciones.

Analizar la implicación impone un trabajo de reflexión acerca de los vínculos grupales que se ponen en juego en las instituciones, y las transferencias de los grupos y los miembros con el imaginario institucional. Es decir, que el aprendizaje está basado en la movilización de las estructuras vinculares del grupo, en la exploración psicosocial, en la teoría de los ámbitos, en la experimentación y en el análisis de los vínculos libidinales que se ponen en juego.

En este sentido, nuestra propuesta se inscribe en la construcción de una metodología que tienda a levantar obstáculos al pensamiento que el academicismo teórico plantea al desarrollo de la psicología, el psicoanálisis y las ciencias sociales.

Se intenta explorar el atravesamiento grupal y social presente en la institución a través de un cotidiano. Llamamos cotidiano a aquellas situaciones simples de la vida institucional que se nos presentan como habituales y recurrentes, y que están naturalizadas en el quehacer diario de la institución, y cómo somos afectados por los acontecimientos.

Desgraciadamente no hemos podido desprendernos aún de las proposiciones ideológicas que planean continuamente sobre el tejido social. El lenguaje publicitario, sin ir más lejos,  sigue explotando el discurso que  apela a estos sentimientos profundos y arraigados en el colectivo social.

Hay un discurso sensato, pensado, elaborado.....que intenta luchar contra estos estereotipos, pero no nos engañemos, lo intelectual requiere de un esfuerzo mental que lo primario no necesita. Por eso, el otro discurso sensacionalista es el fácil, el que no exige demasiado esfuerzo mental. De nuevo, la educación.

Si “la educación lo es todoque decía un eslogan de una campaña contra el consumo de drogas, aquí también la educación lo es todo, el violentado vuelve al encierro….

Otro aspecto importante y con el que hay que ser muy cuidadoso es con la información y difusión social de estos casos.

Ya está dicho que, por fortuna, este hecho ha traspasado ya las paredes del Institucionaly los agredidos y maltratados disponen de recursos sociales que pueden ayudarles a defender sus derechos para no seguir soportando humillaciones, por lo que, bienvenido sea el eco social serio y riguroso. Otra cosa es el aprovechamiento “mediático” de los dramas de los adolescentes marginados.

La exhibición impúdica de los casos de violencia de que son objeto los menores,  estimula y excita en determinadas subjetividades el deseo de participar y sentirse protagonistas de acontecimientos sociales.

El eco social, puede despertar atracción.  Dar a conocer a la sociedad lo que está ocurriendo a nivel oculto, tiene ese doble filo que hay que saber manejar muy bien. Lamentablemente no siempre es así y el espectáculo sangriento moviliza la morbosidad, trivializando un drama que hunde sus raíces en la tragedia.

De las verdades consideradas universales u otras verdades efímeras constantemente exhaladas por los medios de comunicación, convienen desconfiar: hacer como sin nada fuese evidente y ensayar nuevas refutaciones o provocaciones, por lo cual junto con vosotros nos interrogamos, ¿Hemos mutado desde nuestra perspectiva operativa?

Finalmente no lo aseguramos pero llegamos a la conclusión de la persistencia y la resistencia de la Concepción Operativa de los grupos. Trincheras de resistencias ¿no eran las metáforas de los procesos de la cura de Pichon?